He vuelto a ser aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal mi abrazo en tu cintura...
La música siempre ha sido, para mí, algo especial. Puede ser que mis gustos sean amplios, pero realmente creo que giro en torno a lo práctico, a lo sencillo y, sin embargo, melodioso, limpio... que se yo... sincero quizás.
La cuestión viene de raíz... viene de la sangre.
Me remonto a mis abuelos...
Abuelo Fello era una persona verdaderamente amante de la música. Increible era el detenimiento con el que escuchaba todo. De vez en cuando tarareaba una que otra nota, pero siempre me impresionó su capacidad de concentración, su estilo único que descubrir detalles entre aquellos pentagramas que interpretaban sus músicos favoritos...
Pero mi afición no se detuvo ahí...
Mi padre es otro loco con la música. De estilo distinto a mi abuelo. De aquellos tiempos sanjuaneros, donde interpretaba "por amores" y "clavelitos de su corazón" hasta el día de hoy, cuando todavía goza con una que otra canción de Julio Iglesias o Rafael...
De ambos saqué esta "venita". Este gusto por la música.
Pero mi inquietud musical no se detuvo ahí...
Tenía que aprender a tocar algún instrumento musical. Siempre quería aprender piano, pero "manos chiquitas... problema serio". Además, eso hay que hacerlo desde pequeño.
Pero un día, quizás de recogedera en mi casa, me topé, no con una ni dos, sino TRES guitarras. Solo me dije a mí mismo: pero carajo! vamos a darle uso a una de estas! Y ahí empecé... primero con acordes sencillos hasta que, después de unas breves clases de guitarra, pude tocar mi primera canción: Mi historia entre tus dedos - Gianluca Grignani.
De ahí en adelante fuí mejorando, hasta pasar a lo típico: Maná, Heroes del Silencio, Arjona, Pavel, Soda, La Ley, Los Rodriguez, etc... hasta llegar a mi artista favorito: Silvio Rodríguez.
Pero luego me dije: Piano! Sí! Yo quiero aprender a tocar piano...
Solo duré 3 meses en clases. Honestamente, no tenía tiempo. Conseguí un teclado de 5 octavas y con eso me volví loco. Inventaba canciones a lo loco, arjona, sanz, lo que sea que pudiera sonar chulo en piano.
Hoy, mientras escribo esto, extraño mi guitarra y mi piano.
Hoy, mientras contemplo mi oscura habitación, recuerdo mis momentos de silencio tocando piano... mis momentos de aburrimiento tocando guitarra... tocando lo mismo, tocando algo nuevo, lo que sea...
Gracias a mi sangre por la música. Gracias por enseñarme el lado extraordinario del ser humano capaz de crear tanto con tan poco...
La cuestión viene de raíz... viene de la sangre.
Me remonto a mis abuelos...
Abuelo Fello era una persona verdaderamente amante de la música. Increible era el detenimiento con el que escuchaba todo. De vez en cuando tarareaba una que otra nota, pero siempre me impresionó su capacidad de concentración, su estilo único que descubrir detalles entre aquellos pentagramas que interpretaban sus músicos favoritos...
Pero mi afición no se detuvo ahí...
Mi padre es otro loco con la música. De estilo distinto a mi abuelo. De aquellos tiempos sanjuaneros, donde interpretaba "por amores" y "clavelitos de su corazón" hasta el día de hoy, cuando todavía goza con una que otra canción de Julio Iglesias o Rafael...
De ambos saqué esta "venita". Este gusto por la música.
Pero mi inquietud musical no se detuvo ahí...
Tenía que aprender a tocar algún instrumento musical. Siempre quería aprender piano, pero "manos chiquitas... problema serio". Además, eso hay que hacerlo desde pequeño.
Pero un día, quizás de recogedera en mi casa, me topé, no con una ni dos, sino TRES guitarras. Solo me dije a mí mismo: pero carajo! vamos a darle uso a una de estas! Y ahí empecé... primero con acordes sencillos hasta que, después de unas breves clases de guitarra, pude tocar mi primera canción: Mi historia entre tus dedos - Gianluca Grignani.
De ahí en adelante fuí mejorando, hasta pasar a lo típico: Maná, Heroes del Silencio, Arjona, Pavel, Soda, La Ley, Los Rodriguez, etc... hasta llegar a mi artista favorito: Silvio Rodríguez.
Pero luego me dije: Piano! Sí! Yo quiero aprender a tocar piano...
Solo duré 3 meses en clases. Honestamente, no tenía tiempo. Conseguí un teclado de 5 octavas y con eso me volví loco. Inventaba canciones a lo loco, arjona, sanz, lo que sea que pudiera sonar chulo en piano.
Hoy, mientras escribo esto, extraño mi guitarra y mi piano.
Hoy, mientras contemplo mi oscura habitación, recuerdo mis momentos de silencio tocando piano... mis momentos de aburrimiento tocando guitarra... tocando lo mismo, tocando algo nuevo, lo que sea...
Gracias a mi sangre por la música. Gracias por enseñarme el lado extraordinario del ser humano capaz de crear tanto con tan poco...
Comenzamos un día en los tiempos de siempre y todavía.
Comenzamos felices a juntar cicatrices como buenas señales de los años.
Y peldaño a peldaño levantamos paisajes.
Comenzamos felices a juntar cicatrices como buenas señales de los años.
Y peldaño a peldaño levantamos paisajes.
Sin excusas, sin ruego y sin ultraje...
Yo no vendo ni rajo mi pasión...
5 comments:
ya casi! 14 semanitas nama!
Bueno... música es música... hasta que te topas con esos pelotudos que cantan cosas como "chacarroooon chacarrooon..." bieeeeeeeeeeeen...
La música: nuestra razón!
=)
definitivamente el que heredo esa vena para tocar instrumentos fuiste tuuu... hasta a mi me haces falta intentando o buscando con la guitarra o el piano el MISMO acorde.... y ahi ahi ahi hasta que finalmente pasabamos a otro y en eso te la pasabas...jijiji..love you manito! ya vennnnnnnnnnn
hola, me gusto mucho tu historia
me podrias ayudar en algo? estoy buscando la partitura de mi historia entre tus dedos, pero no la encuentro en ningun lado, si me la podrias mandar te agradeceria
mi correo es andrea_bar_16@hotmail.com
muchas gracias
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