Hay una infancia enigmática,
que no conoce final, que no
tiende a terminar.
*
Una infancia, donde no se puede
pisar tierra firme para descansar
de un vuelo insólito, macanudo
e incomprensible.
*
Una infancia activa en otra
dimensión, en otro tiempo:
una dimensión y un tiempo, donde
el sentimiento se mantiene virgen,
donde el temor es estremecedor y la
vida tiene otros sabores, otros colores;
donde las noches son impaciencia
y los días esperanzas inexorables.
*
Una infancia, donde los valores
de la vida son desconocidos por el
infante y la vida es un momento
que no transcurre.
*
Una infancia donde el futuro es
ignorado, el presente aludido y
el pasado nunca pasa.
*
Hay una infancia, que desborda
depresión por temor a lo ignorado,
por miedo a lo desconocido, a lo
que no se puede concebir.
*
Una infancia que es manantial
de inocencia, de donde fluye la
ignorancia del porqué, del cómo
y del cuándo.
*
Hay una infancia donde las lágrimas
son un grito mudo de ayuda
y la alegría es un momento que no
se puede guardar en la cuna de los
sentimientos.
*
SR
...los ojos de los viejos ven menos pero observan más...
