Definitivamente, por más que uno trata de querer ser… termina siendo lo que realmente es.
Si el eclecticismo y la autenticidad podrían ser diametralmente opuestas, la línea que las separa es tan delgada como una cuerda de Re de una guitarra
la que más fácil se rompe.
Porque de eso se trata todo.
Romper barreras, romper contraposiciones, romper ese estigma, ese burdo sentimiento de querer ser sin importar lo que somos.
Puede ser que al final, estoy desvariando como siempre lo hago…
perdido en un laberinto de palabras…
Pero la tranquilidad está ahí, porque al final… el objetivo no es simplemente ser.
Es ser con sentido.
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